Hacia Una Evaluación Auténtica del Aprendizaje es un libro que puede servir de guía para quienes quieran ingresar al mundo de la Evaluación Educacional. No sólo apunta a los docentes o trabajadores del área de educación, sino también a quienes no participan activamente en ella. Esto porque está escrito de manera simple y directa, hecho para entenderlo en una primera lectura. Consta de 160 páginas divididas en nueve capítulos.
El capítulo uno establece las definiciones conceptuales de la evaluación desde la concepción constructivista del proceso de enseñanza-aprendizaje, y la dificultad de llevarla a cabo en el aula por la presión de agentes administrativos escolares. Además establece el rol que el docente debe tener como guía de la construcción del conocimiento del estudiante, siendo el puente cumplir con sus propios objetivos de aprendizaje.
El segundo capítulo lo fundamenta en lo que él llama “el ocaso de las pruebas tradicionales”. Describe las concepciones evaluativas imperantes en las aulas, basadas en exámenes y las respuestas multi-item. Una de sus frases clave es que la evaluación deber ser vista como un proceso, no como un suceso y que se deben buscar vivencias de aprendizaje y no sólo
evidencias. Es así como toma forma el concepto de “Evaluación Auténtica” buscando tornarse en una proceso que en conjunto con los demás procedimientos instruccionales promueva e logro de aprendizajes significativos. En esta nueva concepción de evaluación es el escolar quien debe asumir la responsabilidad de su propio aprendizaje, siendo el profesor sólo un mediador entre él y el conocimiento, desarrollando así los principios de la evaluación alternativa que desarrolla en e capítulo tres.
Su famoso Modelo de Congruencia aparece en el capítulo cuatro: “Una didáctica centrada en los contenidos de la enseñanza: propuesta de un modelo de congruencia”. Este modelo aborda esquemáticamente la interacción entre las etapas del proceso de enseñanza-aprendizaje: diseño, desarrollo y evaluación, y los diferentes tipos de contenidos: factuales, conceptuales, procedimentales y actitudinales.
Cada tipo de contenido da origen a un capítulo, en los que desarrolla con abundantes ejemplos y situaciones prácticas tomadas de su experiencia real, los instrumentos para evaluar cada uno de ellos, mostrando cuáles son sus potencialidades y cómo aprovecharlos mejor para favorecer el aprendizaje. Es así como son desarrollados ejemplos y pautas evaluaticas de mapas conceptuales, V Heurística de Gowin, mapas mentales, mandalas, frases mapeadas, exposiciones orales y una larga lista de procedimientos evaluativos.
El último capítulo es dedicado en un apartado especial a los portafolios, la prueba situacional y los rubrics, en lo que él llama “evaluación integral” porque se abordaría con estos instrumentos la evaluación conjunta de todos los tipos de contenido desarrollados previamente.
Finalmente, este autor, siempre vanguardista en sus planteamientos asume que los principios de la enseñanza aprendizaje, así como también los de la evaluación deben ir acorde a los tiempos en que se desarrollan los niños de hoy, en lo que él llama la cultura “ojo-mano” que hace a nuestros niños extremadamente hábiles en juegos computacionales, nuevas tecnologías y medios de información y comunicación. Esta nueva cultura crea a los docentes nuevos desafíos, que implican innovar y reciclar las tradicionales prácticas evaluativas hacia medios más auténticos insertos en el proceso de aprendizaje y no anexados de manera artificial. http://goo.gl/LY8xU
Género: Sociales,Educación
Tamaño: 2.486 Kb
Tiene audiolibro: NO
Presentación: Libro
Calidad: Sin OCR
Idioma original: Sin clasificar
Idioma del texto: Castellano
Clasificado: Sin clasificar
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