Apasionada, transgresora y ardiente, Luz sintió como vivido cien veces el final sangriento de un amor prohibido que marcaría el resto de su vida. Ésta es la novela que los argentinos esperábamos. Novela de amor, novela histórica, novela inconfundiblemente nuestra. Su protagonista, la cordobesa Luz Osorio, se atreve a dar la cara, a desafiar tradiciones familiares y sociales, a participar de las luchas entre Paz y Quiroga, a comprometerse con los demás y consigo misma. Entre 1828 y 1835, esta mujer se erige como un ejemplo de ficción que bien podría haber sido real. Cristina Bajo elaboró durante varios años esta magnífica novela donde lo nuestro —lo autóctono, lo profundo— surge del interior del país con fuerza inusitada. Demuestra así, desde su Córdoba ancestral que la Historia adquiere relevancia nacional a través de una mujer, de un federalismo bien entendido y de una escritura absolutamente fascinante.
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