Desde la primera vez que lo vio, Brittany Callaghan supo que Dalden, un apuesto guerrero alto y rubio como un vikingo, era el hombre de sus sueños. Sin embargo, la dura realidad iba a enseñar a Brittany que no hay sueños perfectos; Dalden, acostumbrado a tratar con mujeres sumisas no podía permitir la independencia de Brittany, y ella no iba a dejarse dominar por ningún hombre, ni siquiera por Dalden. Pero el joven guerrero está acostumbrado a luchar por lo que quiere... y ahora quiere a Brittany.
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