A veces, de puro agotamiento, me quedo dormido sobre el escritorio. Y aunque no debiera, en medio de la profundidad de mis sueños, escucho el oleaje de la Mar, y la brisa, cuyo aroma me envuelve de pronto, me trae sus risas a lo lejos... Todo comenzó con una amistad pasajera y superficial - o al menos eso creí en un principio -, que nació en el aeropuerto, durante uno de esos viajes relámpago que a veces, por obligaciones que no vienen al caso, tengo que hacer. Aquel hombre, un norteamericano hablachento y bonachón, todo canas y ojos azules como el mar claro, era el único pasajero que, como yo, se encontraba en la Sala de Esperas. Eran poco mas de las cuatro de la madrugada y ni siquiera asomaban por allí los guardias de seguridad, mucho menos los dependientes del cafetín, que, a no ser por el tintineo de las cosas detrás de las puertas, mas allá de las barras, no parecería que se estuvieran preparando para la jornada diaria.
Género: Narrativa,Dramática
Tamaño: 42 Kb
Tiene audiolibro: NO
Presentación: Libro
Calidad: Sin OCR
Idioma original: Sin clasificar
Idioma del texto: Castellano
Clasificado: Sin clasificar
Para ver más información debes estar identificado / registrado.