Hace demasiado tiempo que Callie Carlson tiene miedo del mar. El Atlántico le arrebató a su padre, poco después de que su madre muriera. Y ahora amenaza con quitarle a su hermano Jeff, que se ha visto envuelto en un extraño episodio a bordo de un barco y puede acabar en la silla eléctrica.
El encuentro con Chase Mattingly, un apuesto buceador de élite, devuelve las esperanzas a la joven. La vida de Chase también está unida al océano: en sus aguas perdió la confianza en sí mismo, y sólo podrá recuperarla si vuelve a sumergirse en ellas.
ELLA SE ENFRENTA A UN MIEDO ANTIGUO
Callie es experta en lidiar con el miedo. Lleva años temiendo por la seguridad de su hermano Jeff, su única familia. Pero cuando Jeff es acusado de asesinato, la angustia se torna demasiado intensa, incluso para ella. ¿En quién puede encontrar apoyo? La joven no había contado nunca con nadie, hasta que conoce a Chase, su solitario vecino, fuerte y apuesto, pero acosado por las pesadillas y las sombras de la noche tras su inexplicable accidente en las profundidades del océano.
ÉL DEBE LUCHAR CON LAS SOMBRAS DE LA NOCHE
Chase Mattingly ha empezado a dudar de su cordura. Tras el accidente, no ha vuelto a ser el mismo. Tiene terribles pesadillas, oye ruidos en medio de la noche, ve luces en la oscuridad, cambia objetos de sitio sin darse cuenta... Callie, su joven vecina, es la única persona a la que puede contar sus temores. Y la primera que siembra una duda en su mente: ¿y si hubiera alguien detrás de las luces, los ruidos y los objetos que cambian de lugar? ¿Y si alguien tiene interés en que no recuerde lo sucedido durante el accidente?
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