¿Puede la televisión dejar de embrutecer a las masas y contribuir a su liberación? Eso parece creer Max Galindo, presentador estrella de un programa aberrante que dice haber visto la luz. Según él, nuestra sociedad ya no puede envilecerse más y ha llegado el momento de dar ese golpe de timón al que unos políticos corruptos o inútiles se resisten. Su amigo Carlos, al que enrolará en su cruzada redentora, tal vez se hubiera conformado con salvar su matrimonio e impedir que su hijo concursara en un reality show, pero, como el resto de personajes de esta farsa sobre la zarrapastrosa España contemporánea, no puede evitar verse superado por los acontecimientos.
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