Aunque desde la Antigüedad las flores se han utilizado como un vehículo para dar a conocer y transmitir los sentimientos humanos, a lo largo de los años se ha desarrollado un código según el cual las flores pueden transmitir mensajes y expresar ideas que no se pueden comunicar fácilmente. Nada mejor que la llegada de la primavera para conocer el lenguaje secreto de las flores.
Se cree que fue en Oriente, hacia 1600, donde surgió el “lenguaje de las flores”, y a través de los años fue pasando por diferentes culturas, hasta llegar a Inglaterra, en 1718, gracias a María Wortley Montagu, quien vivió con su marido en Turquía. Precisamente en la época victoriana el lenguaje de las flores se convirtió en un compendio de simbología y significados. Después, el interés por este refinado y sutil medio de comunicación pasó a Francia, donde en 1819 Louise Cortambert, con el pseudónimo de Charlotte de Latour, escribió el libro Le langage des fleurs. A partir de entonces proliferaron los libros sobre el significado de las flores.
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