un tiempo de caos y derramamientos de sangre. Hace mucho tiempo que las legiones romanas abandonaron las islas británicas y Uter Pendragon, el gran rey de la Britania Celta, está próximo a la muerte. Su reino se incendia en enfrentamientos entre los jefes tribales que se disputan su trono. Artorex, de padres desconocidos, es entregado a los señores de una villa romana. Allí vive como un sirviente hasta que aparecen tres importantes caballeros que ordenan que sea adiestrado como un guerrero. Tienen reservada para él una importante misión. Uno de ellos es Myrddion Merlín.

El país está sumido en una situación desesperada y las grandes ciudades orientales están cayendo bajo la amenaza de las hordas sajonas. Artorex se gana la estima de los guerreros celtas y al frente de los mismos derrota en varias batallas a los sajones. Con su carisma y sus dotes guerreras demuestra que sólo él es capaz de unificar a las tribus británicas. Pero para poder alcanzar su destino y llegar a ser el gran rey de los británicos, Artorex debe encontrar la corona y la espada de Uter.

El rey Arturo es sin duda uno de los personajes más míticos de la historia, sobre él se han escrito grandes sagas, se han hecho películas, series… cada una con una iconografía distinta pero respetando la parte mágica, la leyenda que rodea al personaje y a su obra y que conforman la leyenda artúrica. Pese a todo ello mi mirada hacia este personaje y su mundo era de indiferencia por la carga trágica que conllevaba su vida: un gran rey traicionado, una esposa adultera, un mago poderoso, la tabla redonda, una espada llamada Excalibur…

Por todo ello no me llamaba especialmente la atención la lectura de alguna novela que tratara sobre estos personajes ya que como ya he dicho antes la historia la he visto en películas (eso incluye el musical), series y demás que pensaba que no podían aportar nada novedoso.

Y en este punto radica la genialidad de M. K. Hume quien ha despojado a Arturo y a los demás personajes del aura mitológica que los lastraba y los ha convertido en seres de carne y hueso con toda las implicaciones que ello conlleva. Además nos alejamos de la clásica visión que representa a Camelot como una suerte de edad media, con galantes caballeros de brillante armadura y pues la historia transcurre en el crepúsculo del Imperio Romano, cuando su poder en las Islas Británicas era un recuerdo reciente y el territorio estaba dividido en pequeños reinos que debían luchar contra los invasores del norte. Una ambientación que acerca más a la realidad y que transforma a Arturo no en un rey mítico sino histórico. Distinción muy importante.

La autora ha decido mostrarnos entonces a un Arturo alejado de todos los detalles legendarios que se fueron incorporando con los siglos hasta conformar una historia que seguramente difiere mucho de la realidad. Para ello ha escrito una trilogía, de la cual El rey Arturo. El hijo del dragón es la primera entrega y que sirve para dar a conocer al protagonista mediante tres grandes divisiones según el papel que tiene Arturo, o más bien Arturex en cada momento. Comenzamos con su niñez que dará paso a su etapa como guerrero y que le otorgará al final el título de rey.


Género: Narrativa,Histórica
Tamaño: 1.868 Kb
Tiene audiolibro: NO
Presentación: Libro
Calidad: Sin clasificar
Idioma original: Sin clasificar
Idioma del texto: Castellano
Clasificado: Sin clasificar


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