"A los de fuera no les importa lo que pueda ser de nosotros. Creo que les gustaría ponernos una matraca colgada de la mano, como en la Edad Media con los leprosos, para que posteriormente todo el mundo pueda saber de donde venimos y quienes somos", dice Ana, quien a los quince años y por primera vez, cometió un delito. Muchos motivos pudieron justificarlo: separación de los padres, muerte de la madre, falta de compresión por parte del padre que vive con un maniquí. Y la amistad con Jan.
Trafico de drogas, atracos a farmacias, falsificación de documentos, así empieza la carrera delictiva de Ana que habrá de llevarla hasta el reformatorio. Ali vive una vida programada desde las 6 de la mañana, hasta las 10 de la noche, una vida sin decisiones, sin dinero, sin responsabilidad, una vida solo soportable por las 4 libertades a que tiene derecho: decidir entre un tubo de pasta dentrifica grande dentro de una caja amarilla y uno pequeño dentro de una caja roja. Entre una revista y un trozo de pastel. Entre una pastilla de jabón y un paquete de tabaco. Elegir un camisón de manga larga o uno de manga corta.
En esta novela están reunidas las experiencias de la autora en sus visitas a correccionales y Tribuna de Menores. Y sus conversaciones con reclusas, directoras de establecimientos penitenciarios e inspectores sociales. El libro esta basado en un hecho real.



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