Resena: Bastien Perrot, experto en música, dio el nombre de Juego de Abalorios a un ejercicio intelectual para el cual utilizaba perlas de vidrio en lugar de signos gráficos. Pitágoras, los chinos, los humanistas del Renacimiento, los románticos, imaginaron una y otra vez ese juego. `Aspiraban -dice Hermann Hesse- a encerrar el universo espiritual en círculos concéntricos y unir la belleza viviente del arte con la magia de las fórmulas propuestas por las ciencias exactas`.
En este relato, el autor imagina un Estado donde impera el Espíritu y cuyo nombre es Castalia, es decir, el país de la castidad. En él un grupo de jóvenes se consagran a la música, a la astronomía, a las matemáticas, con absoluto desdén por todo placer carnal.
Idioma: Español
Categoría: Lengua y Literatura, Narrativa
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