Resena:
Señores:
Durante los años precedentes os he expuesto la historia de las dos
grandes escuelas originales que han representado, por medio de la
pintura, el cuerpo humano: la escuela italiana y la de los Países Bajos.
Réstame, para terminar este curso, daros a conocer la más grande y de
mayor originalidad de todas: la antigua escuela griega. Ahora no os
hablaré de pintura. A excepción de algunos vasos y mosaicos, y las
decoraciones murales de Pompeya y Herculano, los monumentos del
antiguo arte pictórico han desaparecido y no se puede decir nada
exacto en relación con este tema. Por otra parte, para la representación
plástica del cuerpo humano poseía Grecia un arte más nacional, mejor
adaptado a las costumbres y gustos públicos, probablemente más culti-
vado y perfecto: la escultura. La escultura griega es asunto de que nos
ocuparemos en este curso.
Desgraciadamente, en esto, como en todo, la antigüedad no es mas
que una ruina. Lo que conocemos de la estatuaria antigua no es casi
nada comparado con lo que se ha perdido. Sólo existen dos cabezas
por las cuales nos figuramos cómo serían los dioses colosales que ex-
presaban las ideas del siglo más glorioso y cuya majestad henchía los
templos. No poseemos ni un trozo auténtico de la obra de Fidias. No
conocemos a Myron, Policleto, Praxiteles, Scopas o Lisipo mas que a
través de copias o imitaciones más o menos directas y problemáticas.
Idioma: Español
Categoría: Lengua y Literatura,
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