Rafael Delgado escribió los parientes ricos casi un siglo después de la guerra de independencia, cuando había que seguir fortaleciendo la nueva identidad nacional tanto en el terreno social, como en las manifestaciones artísticas y literarias. El interés por la historia patria, así como el color local y el sentimiento nacional se convirtieron entonces en los temas principales de los escritores y así, entre el relato de costumbres y tradiciones de la nueva sociedad, aparecieron tipos netamente mexicanos, al tiempo que se exalto la belleza natural del paisaje. Los parientes ricos es una crítica social que contrapone la vida de provincia frente a la gran ciudad, así como los principios de vida de la familia Collante, protagonista de la historia. Es asimismo un fiel retrato de la sociedad mexicana, en medio de amplias descripciones que muestran las virtudes, limitaciones y vicios en un detallado análisis.

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