En la actualidad, la estética adquiere cada vez mayor importancia y no puede negarse que también influye en la prótesis dental. La estética dental forma parte del espíritu de nuestra época.
En efecto, la boca como `órgano de comunicación` del ser humano atrae de forma considerable la atención del interlocutor. No sólo despiertan interés el entorno oral como los labios, la zona de la nariz o la barba. Nuestros dientes también generan simpatía o antipatía en el entorno social.
En este contexto los dientes anteriores adquieren un valor muy especial. Por ello en la prótesis dental y en la odontología con razón se presta la máxima atención a la restauración estética de los dientes anteriores.
Pero, ¿qué pasa en la zona de los dientes posteriores? En ellos aceptamos normalmente el efecto estético, pero reconocemos ahí en gran parte el afán por una satisfacción personal del odontólogo o del protésico. Y, en efecto, los dientes de la persona, sean anteriores o posteriores, son mucho más que un simple adorno estético de la naturaleza. Desde principios de la evolución humana se han mostrado como un sistema muy eficiente de cúspides, surcos, superficies y cantos. En este contexto, los maxilares superior e inferior tienen una relación complementaria entre sí extremadamente complicada. Pero esto no es todo: la zona de los dientes posteriores, de forma muy especial los molares con su morfología extremadamente especializada, muestra una inmensa influencia en la preparación mecánica de los alimentos y, con ello, en el bienestar general de nuestros pacientes.
Es, entre otros, uno de los cometidos de la odontología y de la prótesis dental el reconocer y subsanar los defectos que aparezcan en este importante sistema. Para ello se requiere, sin lugar a dudas, un nivel considerable de conocimientos y de habilidades técnicas. Se necesita un planteamiento base, según el cual se pueda realizar una `prótesis dental adecuada para masticar`, aceptable, sin emplear demasiado tiempo y de una forma segura y reproducible.
Hasta aquí no hay nada especial, los planteamientos son sin duda importantes y correctos en la realización de este responsable cometido, pero la naturaleza sigue siendo la medida de nuestro trabajo y la pauta para nuestra actuación. No podemos cometer el error de encajonar a la naturaleza dentro de un planteamiento de base. Más bien tenemos que orientar nuestro planteamiento de acuerdo con las indicaciones de la misma. Mientras nuestros conocimientos sobre las formas dentales y su función sean incompletos, sólo nos quedará la opción de imitar con extremo cuidado los modelos naturales. Entonces, y sólo entonces, estaremos en el buen camino.
No obstante, no basta con realizar una prótesis dental que no moleste en boca. La prótesis debe funcionar, es decir, debe poder asumir al completo los cometidos prefijados por la naturaleza. La interrela-ción funcional de los dientes y de las arcadas dentales es de máxima importancia.
En este contexto nuestros colegas plantean una serie de preguntas justificadas:
¿Qué engloba el concepto `función de la zona de los dientes posteriores`?
¿Qué cometidos tienen en sí los premolares y molares y de qué forma los cumplen?
¿Qué importancia tienen conceptos como `efectividad masticatoria` y `calidad masticatoria`?
¿Qué especialidades funcionales tiene la relación diente-diente, la mordida cruzada y cómo hay que actuar ante reconstrucciones de dientes aislados en una dentición muy desgastada?
Preguntas y más preguntas. ¿Y las respuestas? Una respuesta segura en la cuestión de la interrelación funcional de las superficies masticatorias la proporcionan las `coordenadas oclusales dentales` (COD). Éstas indican las direcciones funcionales y los trayectos en la superficie masticatoria y están marcadas según un código internacional de colores. Este código de colores puede ser transferido a nuestra técnica de encerado y nos proporciona un inmenso alivio y mayor seguridad en la reconstrucción de dientes. Se marca cada segmento dental según el código de color de funcionamiento y de este modo proporciona información sobre su importancia funcional dentro de la superficie masticatoria.
Según el planteamiento de la Técnica de Encerado Natural (TEN), podemos realizar dientes que se basan en la morfología constructiva de la naturaleza. En la actualidad estamos haciendo esfuerzos por trabajar en la zona funcional cercana con los llamados `elementos anticipados` que proporcionan espacios libres en la oclusión dinámica y, de este modo, previenen cualquier interferencia. Este aspecto es valorado por los odontólogos de todo el mundo.
La TEN constituye con seguridad un paso en el camino correcto. Engloba un planteamiento de base que se orienta por las condiciones naturales. Mediante la segmentación y la codificación de colores se puede crear un estándar reproducible que, a pesar de que cada diente es tan único como una huella digital, se lo puede descomponer y analizar. Éstas son las bases de la TEN y ésta es la prótesis dental del mañana.


Género: Medicina,Odontología
Tamaño: 15.393 Kb
Tiene audiolibro: NO
Presentación: Libro
Calidad: Sin clasificar
Idioma original: Sin clasificar
Idioma del texto: Castellano
Clasificado: Sin clasificar


Para ver más información debes estar identificado / registrado.